La instalación de la administración Biden no parece haber cambiado mucho la situación entre EE. UU. y China, ni siquiera a nivel tecnológico. El último informe de Reuters revela que EE.UU. estudia introducir nuevas restricciones a la exportación de material tecnológico a China y en todo esto pretenden involucrar también a sus aliados.
Un funcionario estadounidense reveló esta información luego de la reciente llamada del presidente Joe Biden al líder chino Xi Jinping. Estas limitaciones podrían afectar principalmente a la producción de conjuntos de chips y llegar a avergonzar a las empresas chinas como OPPO, Xiaomi (recientemente ingresado en la lista negra de EE. UU.), Realme y Vivo.
Tal como sucedió con Huawei, de hecho, los fabricantes de chips del calibre de MediaTek podrían tener dificultades para producir procesadores debido a la imposibilidad de explotar tecnologías y componentes de los mercados estadounidense y occidental. Eso era de esperarse, dados los problemas de escasez de chipsets provocados por la ralentización de la producción industrial en el ámbito tecnológico a causa de la pandemia del Covid-19.
Además de las restricciones que está considerando imponer, el gobierno de Biden también está decidido a no proporcionar a China tecnología que podría conducir al avance militar. Estados Unidos también confirma que los aranceles impuestos a China por la administración Trump no serán eliminados ni reducidos y que habrá intensas consultas con los aliados sobre el tema.
Todavía no sabemos nada a ciencia cierta cuáles serán las restricciones impuestas por el gobierno de EE. UU. a los chinos, pero lo cierto es que las dos naciones están actualmente lejos de hacer las paces y llegar a un compromiso justo a nivel tecnológico.